La enfermería constituye una práctica social que fundamenta su carácter de profesión. Considerada como tal, la enfermería (como toda práctica social) posee un interés respecto de la naturaleza a transformar, de las relaciones sociales y de la ideología propia de sus tareas y del sistema de salud en general. Se enmarca en el campo de la Salud Pública, integrando el campo de conocimientos que referencian su práctica. Desde una perspectiva estructural, la cual toma en cuenta los factores determinantes socio- históricos, concibe a la salud como un proceso histórico, social y por lo tanto una totalidad incluida en la del conflicto y en el accionar para su transformación. Se reconoce a la salud como un derecho y a la atención de la salud como una prioridad sin distinciones de ninguna naturaleza y a disposición de todos los individuos, familia y comunidad.

En cuanto a la Salud Pública, si bien existen diferentes significados y ambiguas acepciones que la definen, se enuncia la perspectiva basada en los grupos poblacionales, la cual se abre en dos dimensiones, en cuanto a su aplicación:
En tanto campo interdisciplinario de investigación, se define a la Salud Pública como a la aplicación de las ciencias biológicas, sociales y administrativas, que estudia los fenómenos de la salud de las poblaciones humanas. De allí que sus dos objetos de análisis son, en primer lugar, el estudio epidemiológico de las condiciones de salud de las poblaciones y, en segundo lugar, la respuesta social organizada a las condiciones de salud de esas poblaciones.

Como campo para la acción, se refiere a la organización del personal y otros recursos tecnológicos con el fin de proporcionar todos los servicios de salud requeridos por la comunidad, ya sea, para la promoción de la salud, la prevención de la enfermedad, la asistencia y la rehabilitación.

En este sentido es que la práctica social de enfermería abre nuevas perspectivas que requieren un proceso de análisis de la práctica profesional cotidiana, descubriendo los problemas de salud, cuales se convertirán en objeto de conocimiento y, en cuanto se los aborde desde su complejidad con la implicancia activa de los sujetos en el proceso de conocimiento, los mismos se constituirán en objeto de transformación y fuente de producción de conocimiento.

Los marcos políticos e ideológicos en materia de formación de recurso humano en salud, el perfil y competencias formuladas y los criterios organizadores del currículum dan cuenta de los supuestos epistemológicos para la acción pedagógica. Los mismos, conciben a la realidad como una totalidad compleja, histórica y dialéctica y al conocimiento en la forma general de relación sujeto-objeto. Es decir, el hombre frente a esa realidad se constituye en sujeto y desarrolla actividades de orden teóricas, prácticas o técnicas, que integradas tienden a comprenderla, organizarla y transformarla.

Considerar a la realidad de esta manera conduce a abordarla como tal. Por lo cual para aprender será necesario realizar aproximaciones sucesivas y una lectura que resulte de la práctica social acción- reflexión.

La aproximación al conocimiento, en líneas generales, es un proceso de investigación en el que el análisis y la síntesis son operaciones básicas que interjuegan dialécticamente.